Los detergentes sintéticos (Syndet) son productos compuestos con funciones detergentes elaborados a partir de una mezcla de tensioactivos sintéticos e ingredientes auxiliares. Sus formas son principalmente polvo, líquido, sólido o pasta. Dado que el detergente sintético se compone de tensioactivos y aditivos, su proceso de desarrollo es en realidad tensioactivos detergentes y aditivos siguen desarrollando, el progreso y la evolución del proceso.
Sus formas son principalmente polvo, líquido, sólido o pasta. Se trata de un detergente formulado a partir de tensioactivos (como alquilbencenosulfonato sódico, alcohol sulfato graso sódico) y diversos aditivos (como tripolifosfato sódico) y auxiliares.
Origen y desarrollo de los tensioactivos sintéticos
Los tensioactivos son una clase de sustancias químicas que reducen la tensión superficial de una solución. Esta propiedad de los tensioactivos les permite realizar diversas funciones, como humedecer, emulsionar, dispersar y solubilizar en la solución acuosa que forman, limpiando y eliminando así la suciedad.
Los primeros tensioactivos conocidos se remontan a la era del jabón. Hacia el 2500 a.C., en Mesopotamia y otras regiones, se empezó a utilizar el jabón para lavar la lana, la ropa, etc.
La alquilación y sulfonación del naftaleno se desarrolló sintéticamente en Alemania en 1918, pero no era adecuado para la producción de detergentes debido a su débil detergencia. Más tarde, con la llegada de la hidroreducción a alta presión de los ésteres de ácidos grasos, el coste de los alcoholes grasos se redujo drásticamente y empezaron a aparecer en el mercado productos detergentes fabricados por este método.
Henkel, de Alemania, y Procter & Gamble, de Estados Unidos, fabricaron este tipo de productos en 1932 y 1933, respectivamente. Después de la Segunda Guerra Mundial, el desarrollo con éxito de la tecnología para la producción de dodecilbenceno a partir de tetrapolipropileno hizo posible la fabricación de alquilbencenosulfonato de cadena ramificada (alquilbensulfonato, abbr. abreviatura) con buenas propiedades detergentes.
A partir de 1950, la mayoría de los tensioactivos utilizados en detergentes sintéticos emplearon ABS, sustituyendo así a algunos jabones. Sin embargo, el sulfonato de tetrapropilbenceno (ABS) presenta problemas de biodegradación.
La generación de grandes cantidades de efluentes espumosos ha limitado su desarrollo.
El uso de sulfonatos de alquilbenceno de cadena recta (abreviado LAS) ha producido resultados bastante sorprendentes en detergentes sintéticos. Las fórmulas de detergentes de alta resistencia que contienen LAS tienen un 10% más de detergencia que el ABS, y las soluciones de monómeros neutralizados tienen menos turbidez, lo que facilita el secado por pulverización. El LAS ha dominado los tensioactivos para detergentes durante bastante tiempo e incluso en la actualidad.
A partir de las décadas de 1970 y 1980, el coste decreciente de los éteres polioxietilénicos de alcoholes grasos condujo a un desarrollo significativo del uso de tensioactivos no iónicos, y el AEO se utilizó ampliamente como tensioactivo complejo en la producción de detergentes.
Hoy en día, con la continua expansión de las funciones de los detergentes, cada vez se aplican más tipos de tensioactivos en la producción de detergentes, y los tensioactivos aniónicos son principalmente AOS, AES, MES, etc.
Mientras tanto, los tensioactivos catiónicos y anfóteros también se utilizan ampliamente como suavizantes, agentes antimicrobianos y agentes antiestáticos.
El desarrollo y la evolución de los aditivos para detergentes facilitaron el desarrollo de la industria de los detergentes sintéticos. Los detergentes originales no conseguían lavar los tejidos de algodón blanco tan blancos como después de repetidos lavados. Se descubrió que, aunque los activos podían eliminar la suciedad de la ropa, no podían mantenerla suspendida en el agua. Durante el proceso de lavado, la suciedad fina se vuelve a depositar en la superficie de la ropa, dejándola gris o blanca. Después del lavado se vuelve amarilla.