La correcta mantención de una mesa redonda comedor te permitirá prolongar su vida útil y mantenerla en buen estado. A continuación, te presento algunos consejos para el cuidado y mantenimiento de tu mesa redonda:
Una de las principales ventajas de las mesas redondas es que fomentan la comunicación y la interacción entre las personas que se sientan a su alrededor.
A diferencia de las mesas rectangulares o cuadradas, donde a menudo hay una “cabeza de mesa” y una jerarquía implícita, las mesas redondas permiten que todos los comensales tengan una visión igualitaria y puedan conversar de manera más fluida. Esto crea un ambiente más cálido y acogedor en el que todos se sienten incluidos y pueden participar en la conversación sin barreras físicas.
Las mesas redondas ofrecen una serie de ventajas y beneficios, como fomentar la conversación, ahorrar espacio, versatilidad en la disposición de las sillas, estilo y diseño, seguridad y flujo de movimiento, capacidad de acomodar a más personas y fácil interacción durante las comidas. Si estás buscando una opción versátil y estéticamente agradable para tu comedor, definitivamente considera una mesa redonda.
Protege la superficie:
Utiliza siempre posavasos, manteles o fundas protectoras para evitar derrames de líquidos, manchas y rayones en la superficie de la mesa. Esto ayudará a prevenir daños y facilitará la limpieza y el mantenimiento posterior.
Evita la exposición a la luz solar directa:
La exposición constante a la luz solar directa puede dañar y decolorar la superficie de la mesa redonda. Procura ubicarla en un lugar donde no esté expuesta directamente a la luz solar y, si es necesario, utiliza cortinas o persianas para protegerla.
Utiliza posavasos y salvamanteles:
Para proteger la superficie de la mesa de los efectos del calor y evitar marcas de vasos o platos calientes, utiliza posavasos y salvamanteles. Estos accesorios ayudarán a prevenir quemaduras y manchas en la superficie.
Evita arrastrar objetos pesados:
Al mover la mesa, evita arrastrarla o levantarla por las patas. Esto puede dañar las patas y la estructura de la mesa. En su lugar, levántala con cuidado y apóyate en un compañero si es necesario.
Revisa regularmente las patas y la estructura:
Asegúrate de revisar periódicamente las patas y la estructura de la mesa. Verifica que estén firmes y sin grietas o desgastes. Si encuentras algún problema, es recomendable repararlo lo antes posible para evitar daños mayores.
Realiza un mantenimiento regular:
Realiza una limpieza regular de la mesa utilizando los métodos de limpieza adecuados para el material de la mesa (como se mencionó anteriormente). Además, puedes aplicar un producto específico para la mantención del material, como aceite para madera o limpiadores especiales para metal o vidrio. Sigue siempre las instrucciones del fabricante y evita el uso de productos químicos agresivos que puedan dañar la superficie.
Evita el exceso de peso:
Evita colocar objetos pesados o sobrecargar la mesa con demasiado peso. Esto puede dañar la estructura y las patas de la mesa. Si es necesario, utiliza un soporte o una base adicional para distribuir el peso de manera equilibrada.
Realiza reparaciones y restauraciones:
Si la mesa presenta algún daño o desgaste, es recomendable realizar reparaciones o restauraciones según sea necesario. Consulta a un profesional o especialista en muebles para obtener asesoramiento y realizar las reparaciones de manera adecuada.
Siguiendo estos consejos de cuidado y mantención, podrás disfrutar de tu mesa redonda en buen estado y prolongar su vida útil. Recuerda prestar atención a las recomendaciones específicas de cada material y utilizar productos adecuados para su limpieza y cuidado.