¿Necesita un manómetro seco o lleno de líquido?

Los manómetros con aguja son sensibles a las vibraciones y a los aumentos o disminuciones bruscos de presión.

Esto se debe a que el mecanismo consiste en convertir la deformación del elemento sensor en un movimiento de rotación de la aguja.

Se ha encontrado una solución a este problema llenando completamente de líquido la carcasa del manómetro.

Por lo tanto, al seleccionar un manómetro, debe considerar si necesita un manómetro seco o uno lleno de líquido.

Manómetros secos No contienen líquido.

Ventajas:

Los manómetros secos son menos caros que los manómetros llenos de líquido.

Desventajas:

Los manómetros no están protegidos contra las vibraciones y las subidas o bajadas de presión, que pueden destruir el mecanismo.

No son adecuados para su uso en entornos fríos y húmedos.

Esto se debe a que la humedad del aire en el interior de la carcasa del manómetro puede congelarse y provocar el fallo del mecanismo.

Aplicaciones:

Los manómetros secos son más económicos y se prefieren en aplicaciones sencillas donde la vibración no es un problema.

Suelen utilizarse en compresores de aire.

Manómetros rellenos de líquido cuyas carcasas se han llenado completamente con un líquido (normalmente glicerina pura o una mezcla de agua y glicerina).

Esto amortigua las vibraciones y las subidas o bajadas de presión.

Ventajas:

Los manómetros rellenos de líquido son más resistentes a las vibraciones y a los picos o caídas de presión.

Al ser estancos al gas, la presencia de líquido impide la entrada de humedad en la carcasa y amortigua la maquinaria.

Estos tipos de manómetros pueden funcionar a temperaturas bajo cero.

Son respetuosos con el medio ambiente, ya que el líquido (glicerina) no es tóxico y puede descomponerse.

Aplicaciones:

Los manómetros rellenos de líquido pueden utilizarse en entornos húmedos y fríos, o donde haya muchas vibraciones.

Los manómetros rellenos de glicerina pura pueden funcionar hasta -5°C.

La glicerina se vuelve viscosa por debajo de 17°C (lo que ralentiza el mecanismo).

Aproximadamente a -5°C, el manómetro se bloquea por completo.

Para temperaturas bajas, se utiliza una mezcla de glicerina y agua para que el manómetro resista hasta -46°C.

¿Cuáles son los demás criterios de selección?

Una vez establecidos los puntos anteriores, hay otros criterios que intervienen en la selección de un manómetro.

Presión que se va a medir: La selección se basa en el rango de medición del manómetro.

En el caso de los manómetros de esfera analógica, la presión de trabajo debe situarse entre 1/3 y 2/3 del rango.

Sobrepresión La resistencia de un manómetro a la sobrepresión (presión superior a la máxima del rango) es limitada.

Por lo tanto, es necesario asegurarse de que el manómetro puede soportar cualquier sobrepresión que pueda producirse en el circuito.

Un manómetro normal puede soportar entre 1,15 y 1,3 veces su presión máxima.

Más allá de este rango, tendrá que encontrar un manómetro especial o instalar un limitador de presión aguas arriba del manómetro en el circuito.

Precisión: Expresada como porcentaje del rango, cuanto menor sea el porcentaje, más preciso será el instrumento.

Diámetro de la esfera: Cuanto mayor sea la esfera, más precisa será la lectura de la presión, pero debe tenerse en cuenta el espacio disponible en el lugar de medición.

COMPATIBILIDAD DE LOS MATERIALES: Los materiales en contacto con el fluido deben ser compatibles.

Los manómetros estándar están hechos de cobre o aleaciones de cobre y son compatibles con los fluidos más comunes (agua, aire, aceite, etc.).

Los manómetros de acero inoxidable se utilizan para fluidos más corrosivos.

Para los fluidos muy corrosivos, viscosos, pastosos o extremadamente calientes, se utilizan separadores de membrana.

De este modo, el manómetro queda aislado del fluido, pero la presión se transmite.

Temperatura del fluido: Los manómetros con componentes de cobre pueden utilizarse hasta 65°C.

Más allá de esta temperatura, se necesita acero inoxidable, que puede utilizarse hasta 150°C.

CONDICIONES AMBIENTALES: El material de la carcasa del manómetro debe resistir el entorno de funcionamiento.

Los manómetros de acero inoxidable son preferibles en entornos agresivos o corrosivos, y las carcasas impermeables son preferibles para uso en exteriores.

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